jueves, 31 de octubre de 2013

LUCHA DE CLASES, REFORMA EDUCATIVA Y SEMIESCOLAR



Entendiendo que la educación es una actividad humana inmersa en la estructura capitalista y que está sometida a las determinaciones económicas del sistema mundial, debemos comprender que sus instituciones funcionan cada vez más bajo  los mismos mecanismos de oposición de fuerzas e intereses de clase. La reforma educativa que acaba de  aprobarse en México es un modelo elaborado por organismos internacionales e impuesto en diversos países. La aplicación de la reforma educativa en el mundo ha resultado en beneficios para el sector privado o clase capitalista y en perjuicio de la mayoría trabajadora.  De lo anterior se desprende que existen fuertes intereses económicos y políticos de la clase en el poder mexicana, desde un proyecto mundial, para incrementar sus ganancias. El Estado, como garante de los intereses de la clase capitalista, no duda en modificar artículos constitucionales, en rechazar los amparos de miles de trabajadores, en ignorar el descontento ante las reformas que impone y en reprimir a los inconformes. De manera general, la reforma educativa propone el manejo de las instituciones de educación pública básica del país bajo un esquema empresarial que favorece los dos mecanismos de acumulación básica del capital: privatización y superexplotación laboral.
1. La privatización se basa en la premisa de la existencia de la propiedad privada que implica la desaparición de lo colectivo, común, social o público. Es la fase neoliberal del capitalismo la que conlleva la apertura de sectores anteriormente de carácter social a la inversión privada, como el caso de la salud, la educación, la cultura, la infraestructura carretera, etc.
2. La explotación es la forma de apropiarse del trabajo ajeno mediante la compra de la fuerza de trabajo.  Se entiende que la fuerza de trabajo suceptible de ser vendida puede ser manual o intelectual y que en ambos casos, se abarata su precio al ser reducido el salario o las prestaciones que recibe el trabajador. Hoy en día la superexplotación laboral se expresa a través de diversos esquemas de flexibilización como la simulación laboral mediante la contratación por honorarios, la subcontratación o outsourcing, la contratación a prueba, eventual y por horas, la desintegración salarial, etc.
Ambos procesos conllevan la negación de cualquier intento de horizontalidad, participación, democracia y autonomía en los procesos educativos. Así mismo, debilita la función y acción de los sindicatos como organizaciones de la clase trabajadora para la defensa de sus derechos e intereses.
Queda claro que la reforma educativa no tiene ningún contenido educativo y que se trata más bien de una reforma laboral y administrativa. Revisemos dos ejemplos propuestos en la reforma:
1. Figura del Profesor Inicial. La reforma educativa convertirá a todos los trabajadores de nuevo ingreso en informales, meritorios, becarios, subcontratados y/o a prueba. Estas formas de contratación le negarán a millones de trabajadores jóvenes el goce de los derechos laborales más básicos. Lo anterior responde a la necesidad de la clase en el poder de continuar recortando presupuesto a la educación. 
2. Evaluación universal. El examen a los docentes determinará su permanencia en el servicio educativo y se usará básicamente para justificar el despido masivo de cientos de miles de docentes, bajo el argumento de que no se aprobó el examen a pesar de múltiples oportunidades. La evaluación universal implica el control del magisterio y un golpe a la plaza de base.
En términos de la lucha de clases, la reforma educativa es un golpe sumamente agresivo contra la clase trabajadora del ámbito educativo e implica trasladar a los maestros a un estado de excepción, con condiciones de trabajo que no tiene el resto de los trabajadores al servicio del Estado. 
Aboites identifica la confrontación de clases en el terreno educativo entre dos grupos: por un lado la OCDE (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo), la cúpula empresarial (agrupada sobretodo en Mexicanos Primero), los tres principales partidos políticos del país (Pacto por México), el Gobierno Federal y gran parte de los legisladores del Congreso; y del otro lado, los maestros principalmente organizados en la CNTE, estudiantes, padres de familia, comunidades, trabajadores y sectores importantes de los grupos mayoritarios y populares del país. La lucha por la educación es una clara confrontación internacional de clases sociales en torno a un proceso social sumamente importante, como es la educación, con proyectos también radicalmente diferentes y encontrados.
Dentro del IEMS DF, existe un sector de profesores que sufren ya desde hace más de 5 años la aplicación de la mal llamada reforma educativa.  Los profesores de la modalidad semiescolar trabajan en condiciones marginales y precarias, similar a lo que se propone en el apartado del Servicio Profesional Docente referente a la figura del Profesor Inicial.
Las políticas de la clase en el poder se expresan en el GDF y en el IEMS a través de la represión a los profesores críticos y organizados.  Ante las insultantes condiciones en las que trabajan los docentes del semiescolar, se organizó hace más 2 años la Asamblea de Profesores del Semiescolar. Hasta el momento,  dos profesoras integrantes de dicha asamblea han sido despedidas injustificadamente. La organización de profesores logró la reinstalación de la profesora María de Lourdes Martínez Romero y actualmente se  encuentra en la lucha por la reinstalación de Ximena Franco Guzmán. Esta última profesora fue despedida utilizando uno de los principales mecanismos de control magisterial propuestos en la reforma educativa: la evaluación. Una evaluación unilateral, impositiva, punitiva y condicionada a criterios subjetivos de la autoridad.
¡CONTRA LA REFORMA “EDUCATIVA” (LABORAL)!
¡APOYO TOTAL A LA CNTE Y EL MAGISTERIO EN RESISTENCIA DEL PAÍS!
¡AUMENTO AL PRESUPUESTO A LA EDUCACIÓN!
¡POR LA BASIFICACIÓN DE TODOS LOS TRABAJADORES DEL IEMS DF!